El día lunes de la semana pasada, el gobierno alemán emitió un comunicado a todos los polacos establecidos en su territorio, avisándoles que tienen un mes para abandonar las tierras de esta nación, o, de lo contrario, serán deportados y todos sus bienes serán expropiados.
Esta decisión sin precedentes, según el jefe de gobierno de esta nación, es parte de un plan para beneficiar la economía del país, y favorecer a los alemanes en vez de a los extranjeros, pero, según ciertos rumores filtrados directamente desde el Reich alemán, esta decisión se debe netamente a la llamada de una adinerada rusa, llamada Antonia Vasílevna, quien, como represalia contra el pueblo polaco (ya que, al parecer, fue estafada por unos naturales de Polonia), pidió se le retirara a esta nación el permiso para pisar suelo alemán, amenazando con mediar para la ruptura de lazos económicos ruso-alemanes.
Como consecuencia, los polacos ya empezaron a preparar su vuelta a casa: los ricos y asentados, según analistas, se tomaran hasta el último segundo del tiempo otorgado por el gobierno alemán, ya que estos tienen que mover sus bienes y vender sus propiedades, mientras que la mayoría de los polacos de clase media ya ha partido de sus zonas de residencia, ya que carecen de alguna propiedad o riqueza que los mantenga en tierras alemanas.
Los economistas dicen que la partida de los polacos ayudara al crecimiento de la economía alemana en diversos sectores, aunque establecimientos como los casinos han sufrido ya pérdidas importantes: Según los propietarios de estos establecimientos, desde el comunicado del gobierno, han perdido un 48% de su clientela habitual.
Escribe tu comentario